pinot noir

UN RESUMEN

A pesar de que la uva Pinot Noir produce algunos de los vinos tintos más famosos y apreciados del mundo, lo cierto es que esta variedad no cuenta con el número de adeptos que tienen las archiconocidas Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Tempranillo o Syrah. Esto se hace aún más palpable en América Latina, en donde generalmente la Pinot Noir brilla por su ausencia en nuestra lista de preferencias. En virtud de lo anterior, a continuación comparto con mis lectores algunos datos útiles para conocer, comprender y apreciar los vinos de esta fascinante variedad.

La Pinot Noir es una de las variedades más antiguas del mundo. Se estima que es al menos mil años más vieja que la Cabernet Sauvignon y que la Merlot, lo cual la ubica, junto a la Moscato y la Timorasso, entre las uvas más cultivadas en la antigüedad; de hecho, los historiadores afirman que la Pinot Noir ya era cultivada en las Galias (actualmente Francia) mucho antes de que la región fuera conquistada por el Imperio Romano. Lo cierto del caso es que la Pinot Noir es una uva originaria de Borgoña, región vinícola que, gracias a la excelsa calidad de sus vinos, se ha convertido en el emblema de la variedad.

Este hermoso rincón del noreste de Francia ha sido durante siglos el terruño ideal para el cultivo de la Pinot Noir, ya que se trata de una región fría, salpicada de colinas naturales que gozan de una excelente exposición solar y de suelos permeables, ricos en arcilla y piedra caliza, en donde la variedad se expresa en toda su plenitud. Como resultado de estos factores, los vinos Pinot Noir de Borgoña se caracterizan por tener una baja concentración de taninos, un cuerpo medio y un color rubí pálido, pero complejos aromáticamente y llenos de expresividad, equilibrio, elegancia y fineza.

La Pinot Noir es una variedad extremadamente difícil de cultivar. En primer lugar, solo se adapta bien a las regiones con climas fríos y de poca variación térmica, lo cual quiere decir que, si queremos degustar un vino Pinot Noir que exprese todo el potencial, la calidad y las características organolépticas de la variedad, debemos enfocarnos en los vinos producidos en regiones frías, en donde las condiciones climáticas y los suelos sean similares a los de Borgoña, su terruño original. En segundo lugar, la Pinot Noir se caracteriza por ser una variedad de uva bastante frágil, esto debido a su tendencia a producir racimos muy apretados, lo cual dificulta enormemente el cuidado de la fruta, y al hecho de que es muy susceptible a enfermedades y mutaciones genéticas, lo cual hace que su cultivo sea complicado y que sus vinos sean, por consiguiente, más costosos que los de otras variedades tintas.  Un dato interesante con relación a las mutaciones genéticas de la Pinot Noir, es que se ha demostrado que las variedades Pinot Grigio, Pinot Blanc y Pinot Meunier tienen el mismo ADN y, por consiguiente, son simples mutaciones de la Pinot Noir. Otro dato interesante, es que la Pinot Noir está fuertemente emparentada con la uva Chardonnay; de hecho, la Chardonnay es producto del cruce de Pinot Noir con Gouais Blanc, una variedad de uva que se utilizó ampliamente durante la edad media pero que actualmente está casi extinta.

Hoy en día el cultivo de la Pinot Noir se ha extendido a muchas regiones vitivinícolas del mundo; se estima que existe un total de 100.000 hectáreas cultivadas en más de 20 países, de las cuales el 50% se encuentran en Francia y Estados Unidos. Ahora bien, si queremos apreciar y disfrutar plenamente un Pinot Noir, es necesario que conozcamos las regiones que más se destacan por la calidad de sus vinos. En tal sentido, a fin de facilitarnos la vida a la hora de seleccionar una botella, a continuación presento algunas denominaciones de origen que merecen una consideración especial:

FRANCIA: En la Côte de Nuits y la Côte de Beaune, en Borgoña, se producen algunos de los mejores vinos tintos del mundo; entre las denominaciones de origen más destacadas tenemos a: Vosne Romanee, Chambolle Musigny, Gevrey Chambertin, Morey-St. Denis, Nuits-St. Georges, Aloxe-Corton, Beaune, Pommard, Volnay, Chassagne Montrachet, Maranges y Marsannay. En estas apelaciones de origen nos vamos a conseguir con un número importante de bodegas que producen vinos un tanto costosos, pero de una calidad excepcional y con gran potencial de guarda. Aunque menos famosos y refinados que sus vecinos del norte, los vinos regionales y con apelación de origen de la Côte Chalonnaise, al sur de la Borgoña, merecen especial consideración debido a su buena relación calidad precio. No olvidemos Champagne, región en la cual la Pinot Noir juega un papel fundamental en el ensamblaje de la mayoría de sus espumantes; en el caso de los Champagne Blanc de Noirs, hasta un 100% de la composición. Cabe destacar, que en la región de Champagne a los vinos tintos tranquilos (no espumantes) de Pinot Noir se les denomina Coteaux Champenoise, y muchos de ellos destacan por su equilibrio y gran finesa.

ESTADOS UNIDOS: Los condados de Carneros, Sonoma, Santa Barbara y Mendocino en el estado de California son regiones ampliamente reconocidas por la notable calidad de sus caldos. Entre estos se destacan las áreas de Russian River Valley y Sonoma Coast en el condado de Sonoma, y Santa Rita Hills y Santa María Valley en Santa Barbara. Son además muy recomendables los vinos de Willamette Valley, en el estado de Oregon, los cuales han venido ganando notoriedad en los últimos años gracias a la continua producción de vinos de excelente calidad y a precios más asequibles que los de sus pares californianos.

ITALIA: A pesar de que rara vez se relaciona a Italia con Pinot Noir, algunas denominaciones de origen al norte del país, tales como Alto Adige, Fruili y Veneto, sorprenden por la calidad de los vinos en donde a la variedad se le conoce como Pinot Nero.

CHILE: Casablanca, Leyda, Limarí y Maipo

ARGENTINA: Rio Negro, Patagonia

N. ZELANDA: Marlborough, Martinborough

Tal como lo señalamos anteriormente, los Pinot Noir tienen una baja concentración de taninos y un cuerpo medio, pero, en términos generales, son vinos que presentan una gran complejidad, equilibrio y finura. Ahora bien, la Pinot Noir es la variedad tinta más emblemática en lo que se refiere a la interpretación del terruño, esto quiere decir que es capaz de capturar cada variación del clima y cada matiz de los suelos en donde ha sido cultivada, por lo que un vino Pinot Noir siempre va a reflejar una personalidad que se corresponde con dichos matices y variaciones.

Por ejemplo, en Borgoña, de donde es originaria la cepa, los vinos suelen tener buena acidez, taninos sedosos, una fuerte presencia de aromas de frutas rojas (cereza, casis, frambuesa), aromas florales (violetas), y notas minerales y a sotobosque que le confieren una gran elegancia; con la guarda y la evolución en botella, los aromas de fruta fresca van dando paso a los aromas de guindas y frutas confitadas, y a los aromas de hongos, trufas y notas animales de cuero y piel.

En el caso de Italia, en donde la variedad solo se cultiva al norte del país, se producen vinos con menos fineza, pero muy expresivos, aromáticos y con un tenor de alcohol ligeramente más elevado que el de los vinos franceses.

En Norte América, específicamente en el estado de California, la Pinot Noir produce vinos de una equilibrada acidez y de una gran intensidad aromática en donde sobresalen los aromas de cerezas negras, frambuesas, vainilla, guinda y caramelo. Los Pinot Noir californianos son vinos golosos, expresivos y elegantes, en los cuales predomina la presencia de la fruta madura.

Por su parte, los vinos de Oregon son muy similares a los californianos, pero suelen presentar una mayor expresividad del terruño a través de sus notas minerales y de sotobosque.

Ya en el hemisferio sur, tenemos a Nueva Zelanda, en donde generalmente los Pinot Noir presentan aromas sutiles y taninos muy maduros, pero con una buena acidez y algunas notas especiadas que le confieren complejidad y carácter.

En Sudamérica también podemos encontrar algunos buenos exponentes de la variedad, especialmente en las zonas frías y viñedos de altura de Chile y de Argentina, que nos ofrecen unos vinos jugosos, expresivos, con taninos suaves y con aromas de frutas rojas, guindas y elegantes notas de vainilla.

Es necesario destacar, que estas descripciones son simplemente una generalización de las características organolépticas que presentan los Pinot Noir en cada región, ya que la valoración de un vino en particular, en lo que se refiere a la estructura, complejidad, longitud, potencial de guarda, etc., depende en gran medida del nivel de especificidad de la denominación de origen, de la añada, del método de elaboración, del tiempo de crianza y del estilo que le imprime cada bodega o productor.

Un rasgo muy particular del Pinot Noir, es su gran versatilidad a la hora de armonizar la comida. En tal sentido, podemos afirmar que se trata de un vino verdaderamente gastronómico, ya que la suavidad de sus taninos, su equilibrada acidez, sus texturas sedosas y la amplitud de sus aromas, permite maridar una gran variedad de platos. Desde el salmón y el atún, pasando por los vegetales y la charcutería , hasta las carnes asadas, carnes en salsas y quesos curados.

En otras palabras, el Pinot Noir es un vino ideal para esas ocasiones en las que necesitamos complacer gustos y paladares diversos.

Ahora bien, como a beber solo se aprende bebiendo, los invito a salir del área de confort y aventurarse a probar uno de estos maravillosos caldos. Quizás sean un poco más costosos que los vinos varietales que acostumbramos degustar regularmente, pero la experiencia bien vale la pena.

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