Al Vino Vino (copia)

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Vinerías de paris

Caves Legrand - Fotografía de Luis Pimentel

París es la capital mundial de la gastronomía y, sin lugar a dudas, la capital mundial del vino. Cualquiera que se haya paseado alguna vez por París, sabe muy bien que en cualquier rincón, llámese bistrot, restaurant, bar, auberge, café o brasserie, podrá encontrar una buena carta de vinos, bien sea para acompañar una suculenta cena, o simplemente para contemplar, al ritmo de sorbos pausados, la inagotable y fascinante escena parisina. Pero más allá de los tradicionales establecimientos gastronómicos, París nos ofrece una extensa lista de vinerías, conocidas como Bars-á-Vins, en los cuales la comida queda relegada a un segundo plano, para dar paso al vino por copa como la estrella protagónica del menú. En la mayoría de los casos, un Bar-á-Vin está especializado en una determinada Denominación de Origen (Bordeaux, Bourgogne, Loire, Alsace, Champagne, etc.), pero existen también cavistas, o bodegas de vino, en donde se puede degustar una variada selección de vinos servidos por copa. Hoy en día el concepto del Bar-á-Vin se ha difundido por el mundo entero, y son muchas las ciudades que cuentan con excelentes ejemplos; sin embargo, Paris sigue siendo un punto de referencia para los aficionados de los Bars-á-Vins, tanto por la calidad de los vinos que allí se consumen, como por la variedad de la oferta, el alto grado de especialización y ese “Je ne sais quoi” que se respira en sus espacios. Afortunadamente, muchos de estos locales han superado con éxito la crisis causada por la pandemia, y sus puertas siguen abiertas para ofrecernos una experiencia memorable.

A continuación, comparto con mis lectores una lista de mis Bars-á-Vins preferidos; por el menú y calidad de sus vinos, por la atención profesional, por el agradable ambiente que se respira, y por su buena comida.

Establecimiento ubicado en la prestigiosa e histórica Galerie Vivienne (entre Paláis Royale y Place des Victoires). Es considerado como uno de los cavistas y Bar-á-Vin con mayor tradición en la ciudad (desde 1880 para ser más precisos) y en el cual se pueden degustar vinos Grand Cru servidos por copa. En nuestra última visita nos deleitamos con una degustación de vinos blancos de Bourgogne (Chablis, Mersault y Chassagne Montrachet) y con una exquisita selección de quesos borgoñones, terrinas y rilletes de pato. El lugar cierra temprano (7-8 pm), pero es ideal para un aperitivo antes de la cena, o para un almuerzo ligero en su elegante barra. Expendio de vinos y licores para llevar, atendido por verdaderos expertos.


Si se encuentra por los alrededores de  la Place de Vendome, este diminuto bistrot de principios de siglo XX es el lugar ideal para degustar de una copa de Brouilly y una ración de charcutería francesa, sentado en una mesita de madera, o al pie de un tonel de vino a la manera de antaño. El establecimiento ofrece un menú tradicional de buena calidad y a muy buen precio, pero solo en horas del almuerzo; el resto del día funciona como Bar-á-Vin especializado en vinos de Beaujolais, por lo que es el lugar indicado entre los meses de noviembre y diciembre para celebrar la llegada del Beaujolais Nouveau. Les Rubis es un lugar rústico y sin lujos, pero que conserva su autenticidad y calidad a pesar de los años. 


Este pequeño bar-á-vin cerca de Les Halles posee un encanto especial; en él se conjugan un ambiente bohemio y animado, con una propuesta extraordinaria de vinos naturales, vinos orgánicos y vinos de autor de diversas denominaciones de origen de Francia. El local abre sus puertas al mediodía, pero su verdadera esencia sale a relucir  en horas de la noche y los fines de semana, con sus sesiones de jazz y la asistencia de una clientela entusiasta que colma sus espacios para degustar los nuevos caldos que se ofrecen en el menú. Por lo tanto, si desea asegurarse una mesa, es recomendable que vaya temprano, o a la hora del aperitivo, ya que el local no toma reservaciones. Imperdible: una ración de jamón ibérico, quesos de cabra y una degustación de vinos del Loira (Bourgueil, Chinon, Sancerre y Menetou Salon). Expendio de vinos para llevar, atendido por verdaderos expertos.


Si usted es un aficionado de los vinos de Borgoña (Chambolle-Musigny, Vougeot, Nuits-Saint-Georges, Vosne-Romanée, Mersault, Puligny Montrachet, Chablis), o en general de los vinos varietales de Pinot Noir y Chardonnay, entonces no lo piense dos veces y acérquese a Les Climats, a pocos pasos del Musée d´Orsay. La selección de vinos de Borgoña de este local es impresionante, quizás una de las mayores del mundo, contando con más de 3.500 referencias y 22.000 botellas de vino en su bodega. En Les Climats no solo encontrará vinos de más de 260 vinicultores de Borgoña, sino que además cuenta con un restaurante de 1 estrella Michelin; por algo los expertos lo consideran como “El Paraíso de los Vinos Borgoñones”. La experiencia es algo costosa, pero sin lugar a dudas es un “must” para cualquier conocedor. Se recomienda hacer reservación. Expendio de vinos para llevar, atendido por verdaderos expertos.


En París existen varios locales especializados en vinos espumantes, pero Dilettantes es sin lugar a dudas nuestra dirección predilecta. ¿Cuál es la razón?, pues sencillamente porque se trata de un verdadero Bar-á-Champagne. Lo más interesante del caso es que, además de ofrecer las marcas más conocidas del mercado (Maisons de Champagne), aquí podemos encontrar una selección de más de 130 referencias de 25 vinicultores independientes de las distintas comunas de la región (Montagne de Reims, Vallée de la Marne, Côte de Blancs y Côte de Bar) que son verdaderas joyas. Su excelente ubicación, a menos de 100 metros de la margen izquierda del Sena, hace de Dilettantes el lugar ideal para un almuerzo con burbujas, una degustación comparativa de Champagne de Terroir, o simplemente para tomar un aperitivo antes de la cena por tan solo 9 Euros la copa. Expendio de vinos para llevar, atendido por verdaderos expertos.


Del mítico y laureado Restaurante Le Taillevent (3 estrellas Michelin), nos llega este nuevo concepto de Bar-á-Vin  Gastronómico, en el cual se ofrece una selección de 110 vinos servidos por copa y 30 platos (a la carta), concebidos con magistral precisión por el chef Baptiste Leroux para lograr un maridaje perfecto. La carta tiene la particularidad de presentar varias opciones de vinos para cada plato, a precios que se ajustan a todos los presupuestos, y que pueden ir desde 4 euros (por una copa de Coteaux d´Aix-En-Provence), hasta  100 euros (por una copa de Batard-Montrachet Grand Cru). La propuesta de este establecimiento ha sido tan exitosa, que ya se han abierto franquicias en Londres, Beirut y Tokio. La experiencia puede resultar algo costosa, pero la buena noticia es que si no deseamos comer, podemos simplemente sentarnos en su elegante barra para degustar una copa de vino de entre las 110 referencias que están disponibles. El local está abierto 7 días a la semana, pero es recomendable hacer reservación.


En pleno corazón del mercado de Beauvau-Aligre, en el 12º anillo de la ciudad, se encuentra este animado y pintoresco bar-á-vin que nos recuerda al París de Toulouse-Lautrec. Se trata de un establecimiento auténticamente canalla; apretado, bullicioso, sin lujos ni pretensiones; con su típica barra de zinc, pisos de mosaico, toneles de vino por doquier y las paredes atiborradas de menús y botellas. El local es muy concurrido a cualquier hora del día, pero en especial a la hora del almuerzo, en la cual los clientes del mercado, transeúntes y asiduos de siempre, acuden en tropel para disfrutar de una copa de vino, de un almuerzo económico, de una tabla de charcutería o  de las ostras frescas los fines de semana. En años recientes, Le Baron Rouge se ha convertido en uno de los  lugares favoritos para el brunch dominical de la escena BoBo (bourgeois-boheme) parisina, y la razón es muy simple: además de la buena comida, la cálida atención y el ambiente festivo, el bar ofrece una amplia selección de vinos de diversas denominaciones que son servidas por copa, carafe o botella a precios imbatibles. A pesar de que este bar-á-vin se encuentra fuera del circuito turístico de Paris, bien vale la pena hacer un “detour” para vivir la experiencia.